Claudia Sheinbaum aún no ha tomado posesión formal, pero ya hay movimiento en los escritorios de Hacienda. Se busca nuevo subsecretario, y la carrera por ese hueso está más cerrada que la agenda de Biden. Tres nombres ya están generando ruido entre pasillos, columnas y grupos de WhatsApp de economistas.
La columna de Jeanette Leyva en El Financiero soltó el chismecito: Maricarmen Bonilla, Roberto Lazzeri y Rodrigo Mariscal son los favoritos para entrarle al puesto más caliente después del de la presidencia. Todos con credenciales fuertes y experiencia, pero también con distintos estilos para lidiar con la bomba de tiempo llamada “relación económica México-EE.UU.”
Los 3 puntos clave:
Sheinbaum analiza candidatos para nuevo subsecretario de Hacienda.
Maricarmen Bonilla, Roberto Lazzeri y Rodrigo Mariscal son los nombres más fuertes.
El puesto será clave para enfrentar disputas comerciales y mantener la estabilidad fiscal.
Contexto y análisis explicados sin tecnicismos
¿Por qué importa tanto este nombramiento? Porque el subsecretario de Hacienda no es cualquier burócrata: es el copiloto en plena tormenta, el que ayuda a evitar que el avión económico se estrelle cuando el piloto (el secretario de Hacienda) tiene mil cosas encima.
Sheinbaum llega con un país que creció, sí, pero medio desvelado por los pleitos con Estados Unidos, los posibles aranceles, y el eterno pendiente del crecimiento sostenido. Edgar Amador, actual secretario, ya dijo que las disputas comerciales externas son uno de los principales riesgos para el país, como cuando vas bien en la bici… pero el vecino de al lado ya está armando una guerra con piedras.
Por eso el perfil del nuevo subsecretario debe ser alguien que sepa controlar no solo las tensiones internacionales, sino también los enredos de la política fiscal nacional. Porque, spoiler alert: los retos no vienen con instructivo.
¿Y quiénes suenan?
Maricarmen Bonilla: actual jefa de la Unidad de Crédito Público. Refinanció más de 156 mil millones de pesos como quien cambia de tarjeta pa’ no pagar intereses. Tiene buena reputación dentro y fuera de Hacienda.
Roberto Lazzeri: mano derecha de Ramírez de la O, involucrado en temas como el acuerdo con Iberdrola. Tiene olfato político y sabe negociar como vendedor de seguros con bono extra.
Rodrigo Mariscal: de la Unidad de Planeación Económica. Experto en proyecciones de crecimiento y PIB, tipo que ve una hoja de Excel y le saca conversación.
También suena desde Banobras Jorge Mendoza, con amplia trayectoria y alianzas estatales. Y por ahí se menciona el posible regreso de Jorge Nuño, exsecretario que todavía se echa cafecitos con el equipo actual.
Todo esto pasa mientras las reservas del Banco de México están en récord histórico (algo así como tener colchón, pero de billetes), y los inversionistas siguen diciendo: "okey, pero no la vayan a regar".
Si tienes tarjeta de crédito, pagas impuestos, compras cosas importadas, vendes en Amazon, te pagan en dólares, o simplemente tienes la esperanza de que la inflación no te coma vivo… sí te importa quién quede.
El nuevo subsecretario será clave para mantener el tipo de cambio estable, evitar broncas fiscales que afecten tu bolsillo, y sobre todo, para que los gringos no se les ocurra ponernos aranceles por respirar.
Es como cuando el DJ cambia en plena fiesta: si escoge buena rola, todos bailan. Si no… pues a aguantar reguetón triste mientras sube el dólar.
La decisión de Sheinbaum marcará la ruta económica del sexenio. Si elige bien, el país podría mantenerse firme frente a la turbulencia global. Si elige mal… pues prepárate para ver más conferencias que resultados.
Y al final, la economía mexicana es como una tómbola de feria: nunca sabes si te va a tocar el premio o el susto… pero el que gira la ruleta ya está por llegar.
